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Sunday, March 31, 2013

El Cristianismo por Wolfang Simson

1.  El cristianismo es un camino de vida, no una serie de reuniones religiosas

Antes de ser llamados cristianos, los seguidores de Cristo eran llamados “El Camino” (Hechos 9:2 – 24:14). Una de las razones era que ellos habían hallado el camino de vida. La naturaleza de la Iglesia no se refleja en una constante serie de reuniones religiosas guiadas por un clérigo profesional en lugares santos especialmente reservados para tener una experiencia con Jesús. En cambio, es el profético camino en el cual los seguidores de Cristo viven sus vidas diarias en extensas familias espirituales  como una vívida respuesta al cuestionamiento que la sociedad pide, y en el lugar donde cuenta mas – en sus casas.



1. Tiempo de cambiar el “sistema categoga”


2. La tercera Reforma



3. De iglesias en un templo a iglesias en la casa



4. La iglesia ha de ser pequeña para crecer en grande

5. Ninguna iglesia es guiada por un solo pastor.


6. La piezas correctas - ajustadas juntas de la manera incorrecta


7. De las manos de un clérigo proesional hacia el sacerdocio de todos   los creyentes.


8. Un retorno de lo organizado a las formas orgánicas del Cristianismo


9. De adorar nuestra adoración, a adorar a Dios.


10. Paremos de traer gente a la iglesia, y comencemos a llevar la iglesia a la gente


11. Redescubriendo la Cena del Senõr como una cena real con comida de verdad


12. De denominaciones a celebraciones de ciudad


13. Desarrollando un espíritu a prueba de persecución


14. La iglesia vuelve a casa


La Iglesia Ortodoxa y Católica después de Constantino en el siglo cuarto desarrollo y adopto un sistema religioso basado en dos elementos: una versión cristiana del templo del antiguo testamento- la catedral- y un  patrón de adoración al estilo de la sinagoga judía. Ellos por lo tanto adoptaron, como el patrón de fundamento para los tiempos a seguir, un estilo para las reuniones cristianas y de adoración el cual no era  revelado ni endosado por Dios en los tiempos del nuevo testamento: la “categoga”, en el cual unían la mentalidad de la casa de Dios y la sinagoga.

Bautizado con la filosofía griega pagana, separando lo sagrado de lo secular, el sistema categoga  desarrollado en el Agujero Negro del Cristianismo, se trago gran parte de sus energías de transformación  e indujo a la iglesia a ser absorbida consigo misma por siglos adelante. La Iglesia Romana Católica canonizo el sistema. Lutero reformo el contenido del evangelio, pero dejo las formas exteriores de la “iglesia” sin tocar. Las Iglesias Libres liberaron el sistema del estado, los bautistas la bautizaron, los Quakeros la lavaron y plancharon, el Ejercito de Salvación le puso uniforme, los Pentecostales la ungieron y los Carismáticos la renovaron, pero hasta ahora nadie realmente ha cambiado el sistema.

Al redescubrir el evangelio de salvación por fe y gracia solamente, Lutero comenzó a reformar  la iglesia a través de la teología de la reforma. En el siglo dieciocho, a través de la renovación del movimiento pietista, hubo una recuperación en una nueva intimidad con Dios, que llevo a una reforma de la espiritualidad, la Segunda Reforma. Ahora Dios esta tocando los recipientes en si mismos, iniciando una Tercera Reforma, una reforma de estructura.

Desde el tiempo del Nuevo testamento no ha habido tal cosa como “la casa de Dios”. A costo de su vida, Esteban nos recuerda: Dios no vive en templos hechos por manos humanas (Hechos 7:48). La iglesia es el pueblo de Dios. La iglesia, por lo tanto, estaba y es en el hogar donde la gente se siente en familia: en casas ordinarias. Allí el pueblo de Dios comparte su vida en el poder del Espíritu Santo, tienen “reuniones-comida”, por ejem: comen cuando se reúnen; a menudo no vacilan en vender propiedad privada y compartir tanto bendiciones materiales como espirituales, se enseñan el uno al otro en situaciones de vida real de cómo obedecer la palabra de Dios -  y no con discursos profesionales sino dinámicamente, con diálogos y preguntas y respuestas. Allí oran y profetizan el uno por el otro, y se bautizan. Allí dejan caer sus mascaras y confiesan sus pecados, recobrando una nueva identidad corporal a través del amor, la aceptación y el perdón.

Muchas iglesias hoy en día son demasiado grandes para proveer una real confraternidad. Muchas veces han llegado a ser “confraternidades sin confraternidad”. La iglesia del Nuevo Testamento era conformada por pequeños grupos, normalmente entre 10 y 15 personas. Crecía no para formar grandes congregaciones de 300 personas para llenar catedrales y perder confraternidad. En lugar de esto, se multiplicaban “de lado”, dividiéndose como células orgánicas, una vez alcanzaban entre 15 a 20 personas. Por lo tanto era posible para todos los cristianos reunirse en celebraciones de  ciudad, como lo hacían en Jerusalén en la plaza del Templo de Salomón. La iglesia que se congrega tradicionalmente como la conocemos, es por comparación, un triste compromiso: ni grande ni hermosa, una superpoblada iglesia en un templo y una celebración de bajo nivel, a menudo perdiendo la dinámica de ambas.

La iglesia local no es guiada por un pastor, sino con “espiritu de padre” por un anciano, un hombre de sabiduría y comprometido con la realidad. Las iglesias locales en casas comienzan a interactuar convirtiéndose en un movimiento por la combinación de ancianos y miembros del ministerio de cinco (apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros) circulando “de casa en casa”, como la circulación de la sangre. Aquí hay un rol especial de fundamento que ejercen los ministerios apostólicos y proféticos (Efesios 2:20, 4:11-12). Un pastor es un miembro importante de todo el equipo, pero el no puede llenar mas que una parte de la tarea entera de “equipar a los santos para el ministerio”, y el ha de ser complementado sinergicamente por los otros cuatro ministerios en orden de funcionar apropiadamente.

Para armar un rompecabezas, necesitamos poner las piezas juntas de acuerdo al patrón original, de otra manera el producto final, la foto completa, arroja un resultado equivocado, y las piezas individuales no tienen ningún sentido. En el mundo cristiano tenemos todas las piezas correctas, pero las hemos armado de la manera equivocada, por miedo, tradición, celos religiosos y una mentalidad de poder y control. Justo como el agua es encontrada en tres formas – hielo, agua y vapor – también los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11,12 – los apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas – son encontrados hoy, pero no siempre en las formas adecuadas y los lugares correctos. Ellos a menudo están congelados en el sistema rígido del cristianismo institucionalizado, algunas veces existen como agua clara; o se han esfumado como vapor en el aire por ser ministerios superficiales  e iglesias “independientes”, que no dan cuentas a nadie. Así como es mejor regar las flores con la fluidez del agua, los cinco ministerios encargados de equipar tendrán que ser transformados de nuevo dentro de nuevas – y al mismo tiempo antiguas – formas, de tal manera que el organismo espiritual pueda florecer y los “ministerios” individuales puedan encontrar su adecuado rol y lugar en el todo. Esta es una razón mas por que necesitamos volver  al patrón original del Creador para la iglesia.

Ninguna expresión de la iglesia neotestamentaria es en algún momento guiada solamente por un profesional “hombre santo”  que ejerce el rol de comunicarse con Dios y después alimentar al pasivo rebaño – consumidores  religiosos – al estilo de los tiempos de Moisés. El Cristianismo ha adoptado este método de religiones paganas, y también del antiguo testamento.

La pesada profesionalización de la iglesia desde Constantino ha sido una penetrante influencia de tiempo atrás, que ha dividido al pueblo de Dios artificialmente dentro de un laico infantil y un clérigo profesional,  desarrollando mentalidades basadas en  poder y estructuras piramidales. De acuerdo al Nuevo Testamento (1 Tim. 2:5) “porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Simplemente Dios no bendice profesionales religiosos para forzarlos a ellos entre El mismo y Su pueblo.
El velo ha sido rasgado, y Dios ha permitido a su pueblo acceso a El Mismo directamente a través de Jesucristo, el único Camino.

Para permitir el sacerdocio de  todos los creyentes, el sistema presente tendrá que cambiar completamente. La burocracia es el mas dudoso de todos los sistemas administrativos, pues básicamente pide solamente dos respuestas : si o no. No hay espacio para la espontaneidad y humanidad, no hay lugar para la vida real. Esto puede ser correcto en la política y los negocios, pero no para la iglesia. Parece que Dios esta en el proceso de liberar Su iglesia de una cautividad Babilónica de burócratas religiosos y espíritus controladores dentro del dominio publico, para llevarla a las manos de gente ordinaria quien Dios ha hecho extraordinaria y quienes, como en los tiempos antiguos, aun destilan olor a pescado y perfume de revolución.

El “Cuerpo de Cristo” es una viva descripción de un ser orgánico, no de un organismo mecanizado. La iglesia consiste, localmente, de una multitud de extensas  familias espirituales, las cuales están orgánicamente relacionadas unas a otras como una red. La manera que estas comunidades funcionan juntas es una parte integral del mensaje como un todo. Lo que se ha convertido en un máximo de organización con un mínimo de organismo, ha de ser cambiado en un mínimo de organización  para permitir un máximo de organismo. Demasiada organización a menudo ahoga el organismo por temor a que algo salga equivocado. El temor es opuesto a la fe, y no es exactamente una virtud cristiana. El temor controla, la fe  confía. El control, por lo tanto puede ser bueno, pero la confianza es aun mejor. El cuerpo de Cristo es entregado por Dios en manos de personas con un especial don de creer que Dios esta en control, aun si ellos no lo estan. Hoy en día necesitamos desarrollar una red regional y nacional basada en la confianza, no en nuevos arreglos de ecumenismo político, para que formas orgánicas del cristianismo resurjan.

La imagen del cristianismo contemporáneo podría ser resumida como un pueblo santo yendo regularmente a un lugar santo en un día santo a una hora santa a participar en un ritual santo guiado por un hombre santo vestido con ropa santa por un salario santo. Este acto de orientación empresarial llamado “servicio de adoración”  requiere una cantidad de talento organizativo, burocracia administrativa, formalismo y patrones institucionalizados que se convierten rápidamente en tradiciones rígidas. Estadísticamente, un “servicio de adoración”  tradicional dura una o dos horas y requieren de mucha inversión de tiempo, personas y recursos, pero produce muy poco fruto en términos de disciplinar a la gente o en transformar sus vidas. Económicamente es una estructura de alta inversión y baja rentabilidad. Tradicionalmente, el deseo de adorar “de la manera correcta” ha llevado a mucho denominalismo, confesionalismo y nominalismo. Lo anterior no solo ignora el hecho que los cristianos somos llamados a adorar “en espíritu y en verdad”, mas bien que en catedrales sosteniendo libros de alabanzas. También ignora el hecho que la mayor parte de la vida es informal, y así lo es el cristianismo como “el Camino de Vida”. Necesitamos cambiar de ser poderosos actores y comenzar a actuar poderosamente.

La iglesia esta cambiando de una estructura que dice: ¨VENGAN¨ a una que dice: ¨VAYAN¨. Como resultado, la iglesia necesita dejar de traer gente a la “iglesia”, y comenzar a llevar la iglesia a la gente. La misión de la iglesia nunca será alcanzada sí solamente se añade gente a la estructura existente. Solo se necesita que la iglesia invada los lugares del mundo donde no se conoce a Cristo a través de una multiplicación espontánea de una pequeña parte de la iglesia.

La  tradición de la iglesia ha convertido la celebración de la Cena del Señor  en un rígido y religioso formato, con unas cuantas gotas de vino, un pan sin sabor y un rostro triste. Sin embargo, la Cena del Señor era una cena substanciosa con un significado simbólico, que una cena simbólica  con un significado substancioso. Dios esta restaurando de nuevo el comer en nuestras reuniones.

Jesús hizo un llamado a un movimiento universal, y lo que terminamos haciendo fue una serie de corporaciones religiosas con sucursales globales que mercadean sus marcas especiales de cristianismo y compiten unas con otras. A través de este mercadeo del cristianismo la mayoría del protestantismo ha perdido su voz en el mundo y ha llegado a ser políticamente insignificante, mas preocupados con sus distintivos tradicionales y rivalidades religiosas que en desarrollar un testimonio colectivo ante el mundo. Jesús nunca le pidió a la gente que se organizaran en facciones y denominaciones, y Pablo hablo de esto como “mundano”, un signo de cristianos inmaduros.

En los primeros días de la iglesia, los cristianos tenían una identidad dual: eran verdaderamente Su iglesia y estaban de una manera vertical convertidos a Dios, por lo tanto se organizaban a si mismos de una manera geográfica, un estilo horizontal unos con otros en el mundo. Esto significa que no solo cristianos vecinos se organizaban a si mismos en barrios o iglesias en casa, donde compartían sus vidas localmente, sino cristianos uniéndose en una identidad colectiva en la medida que fuese posible en expresiones de celebración de ciudad o región en las cuales expresaban la corporatividad de la iglesia en la ciudad o región. Una expresión de autenticidad en los barrios unido con una identidad corporal regional o de ciudad hará de la iglesia no solo significante políticamente y convincente espiritualmente, sino que permitirá volver a un modelo bíblico de la iglesia en la ciudad, que seria la suma total de los cristianos nacidos de nuevo en una ciudad o un área.

Ellos crucificaron a Jesús, el líder de todos los cristianos. Hoy en día Sus seguidores están mas enfocados en títulos, medallas y respetabilidad social, o peor que todo,  permanecen en silencio y no son dignos de ser notados del todo. ”Bienaventurados los que padecen persecución”, dijo Jesús. El cristianismo bíblico es una amenaza saludable a un mundo vencido por codicia, materialismo, envidia y una cantidad de estándares éticos demoníacos, sexo, dinero, y poder. El cristianismo contemporáneo en muchos países es simplemente muy inofensivo y cortes para que valga la pena ser perseguido. Pero como los cristianos vivan de nuevo los principios de vida del nuevo testamento, llamando al pecado por su nombre, la reacción natural del mundo será, como siempre lo ha sido, conversión o persecución. En vez de descansar en zonas temporales de libertad religiosa, los cristianos han de prepararse para ser de nuevo descubiertos como los principales adversarios del humanismo global y la esclavitud moderna de la adoración al yo, el centro erróneo del universo. Por ello los cristianos deben sentir la ”tolerancia represiva” de un mundo que ha perdido sus absolutos y por lo tanto rehúsa reconocer y obedecer a su creador Dios con Sus criterios absolutos. Unido con la creciente ideologización, privatización y espiritualización de la política y la economía, el cristianismo tendrá – mas rápido de lo que la gente piensa – su oportunidad de tomar posición al ser acusado de estar en la compañía de Jesús. Por lo tanto ellos necesitan prepararse ahora para el futuro desarrollando un espíritu a prueba de persecución y aun mas una estructura a prueba de persecución.

Donde es el lugar mas fácil para una persona ser espiritual? Es tal vez, escondido detrás de un gran púlpito, vestido con vestiduras santas, predicando palabras santas a una multitud sin rostro, y después desapareciendo en una oficina? Y cual es el lugar mas difícil – y por lo tanto el mas significativo – para una persona ser espiritual? En casa, en la presencia de su esposa e hijos, donde cada cosa que dicen o hacen es puesto automáticamente a través de un filtro en contra de la realidad, donde la hipocresía pueda ser efectivamente desyerbada y la autenticidad pueda crecer. Mucho del cristianismo ha dejado su familia, a menudo como un lugar de su propia derrota espiritual, y se ha organizado en actos artificiales en edificios sagrados lejos de la atmósfera de la vida real. Como Dios esta en el negocio de recapturar las casas, dado que la iglesia le dio espaldas a sus raíces. Dios quiere que vuelva a casa, completando el circulo de la historia de la iglesia al final de la historia del mundo.
Mientras cristianos de todos los caminos de vida, de todas las denominaciones, y fondos, sienten un claro eco en su espíritu  de lo que el Espíritu de Dios esta diciendo a la iglesia, y comienzan a escuchar globalmente en orden de actuar localmente, se comenzara a funcionar de nuevo como un cuerpo. Pararan de pedirle a Dios que bendiga lo que estas haciendo y comenzaran hacer lo que Dios esta bendiciendo. Se organizaran así mismos en iglesias en casa de barrios y se reunirán en celebraciones regionales o de ciudad. Tu estas invitado a ser parte de este movimiento y hacer tu propia contribución. Tal vez tu casa, también, se convertirá en una casa que transforma el mundo.

Traducido del libro “House Churches That Change The World” del Autor Wolfang Simson

Saturday, March 30, 2013

Porque Jesús vive, nosotros vivimos!

Mientras que ella estaba pensando que el jardinero había robado el cuerpo de Jesús, María Magdalena le preguntó dónde lo había escondido.

Ella quería llevar Su cuerpo a casa, a pesar de que era un cadáver. Dios mío, que profundidad del amor que fue eso?

Ella estaba buscando un cuerpo muerto, pero encontró Jesus con vida. ¡Aleluya! Jesús está vivo!

La muerte ha perdido su victoria, el diablo ha sido derrotado para siempre, nuestra esperanza está más allá de la tumba!

Porque Jesús vive, nosotros vivimos.