Translate / Traduza

Tuesday, May 21, 2013

Viviendo en paz en su casa


Josimar Salum

Querido hermano y hermana;

Todos en la casa deben estar bien con Dios. Cuando todo el mundo está lleno del Espíritu Santo, no hay lugar para riñas, peleas, gritos sin control y el odio.


Efesios 4:
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

ni deis lugar al diablo.

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, personándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Le damos el acceso legal al diablo en nuestras vidas si continuamos pecando. Puede ser una relación equivocada, un vicio secreto o ignorando deliberadamente al Señor con prácticas que no son agradables a Él.

Todos tienen que honrar y someter unos a los otros. Cuando uno no tiene razón en lo que habla o hace eres mejor tratar del asunto en otra ocasión. Hay un acuerdo previo de que todos están abiertos para oír todo que lo otro tiene a decir. 

El silencio es el mejor remedio para cesar una pelea. Una voz suave apacigua cualquier ira en cualquier discusión.

Oren juntos. Alguien tiene que invitar a todo el mundo en la mañana, tarde en la noche o incluso durante el día.

Si en mi Corazón hubiese yo Mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escuchó o Dios; Atendió a La Voz de mi súplica. Salmos 66:18-19

¿Por qué? Porque hay sucedido confesión, arrepentimiento y el abandono de todo pecado.

Jesús es la paz. Donde no hay paz es la ausencia de su presencia.

Tenemos que ser justificado, y somos justificados solamente por la Gracia. No es un trabajo que tenemos que hacer, pero es la obra de Dios.

Sólo el orgullo nos impide entender que nuestro esfuerzo no nos hará dignos de acercarse a Dios. No somos dignos. Nunca seremos dignos. 

Es sólo por la Gracia que podemos entrar en el Lugar Santísimo. Es sólo por la sangre de Jesús derramada por nosotros.

Romanos 5
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.

8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.


Al recibir la reconciliación con Dios, somos capaces de ofrecer un espíritu de reconciliación a todos los que están cerca de nosotros.

No podemos negar la reconciliación con nuestros hermanos y hermanas. El perdón es una decisión, no un sentimiento. Perdonar es la obediencia a Dios y podemos perdonar porque Él ha derramado Su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que Él nos dio.

¿Por qué vivir en la guerra si podemos vivir en paz? ¿Por qué vivir con el corazón lleno de amargura y el odio si Jesús ha hecho en la cruz del Calvario toda provisión para el perdón?

Nada es demasiado difícil con Dios. Las cosas se ponen difíciles, si dejamos de lado que es Dios quien obra a través de nosotros. Nada puede detener o impedir que Dios actúe en nuestras vidas.

No haga retrasar la intervención de Dios en su vida. Él está siempre listo. Hoy es el día de la salvación. No mañana. Es ahora.


La Iglesia de Dios

Josimar Salum

Usted crees en una herejía si consideras la iglesia como uno edificio y si consideras los que reuniesen allá  por el nombre por lo cual son conocidos. 

Porque en cada ciudad solo hay una Iglesia, el Rebaño de Dios y uno solo cuerpo de presbíteros, los que pastorean las ovejas de Dios. 

La Iglesia reúne en muchos  lugares diferentes y  no puede ser impedida de reunir  en uno solo lugar. 

Aquellos que no unen con los otros están en directa oposición a Dios. 

Están dividiendo el Cuerpo de Cristo y quien destruye el Cuerpo de Cristo Dios irá destruir a ellos.